Morelia, Michoacán 11 de septiembre de 2019.- La disputa entre bandas delincuenciales por el territorio (según lo dicho por el presidente municipal, Raúl Morón), es la razón por la cual, Morelia se tiñe de sangre todas las noches. Son varias semanas en las que, un día sí y otro también, aparecen ejecutados y cuerpos desmembrados en distintos puntos de la ciudad.
En la madrugada del martes 10 de septiembre, una mujer fue ejecutada de un balazo en la cabeza. Su cuerpo fue encontrado en una habitación de la Posada El Sol, ubicada en la colonia Pascual Ortíz de Ayala. La noche de ese martes, una mujer de aproximadamente 30 años de edad, fue asesinada en la colonia Ciudad Jardín. Esa misma noche el conductor de una camioneta recibió 6 impactos de bala; esto ocurrió en la colonia Socialista.
Son constantes los dantescos hallazgos de cuerpos desmembrados, tirados en plena calle en bolsas de plástico o costales.
Veinticuatro horas antes, la noche del lunes 9, vecinos reportaron el hallazgo de una bolsa de plástico que contenía fragmentos de un cuerpo humano. Un mensaje, esa comunicación pública entre delincuentes con una advertencia a los “rateros”, clavado con un puñal en la bolsa, advirtió de lo que podría tratarse.
No fue el único de esa noche. Más tarde, en la colonia Ejidal Isaac Arriaga, los pedazos de un ser humano fueron esparcidos en la calle Fernando de Alvarado, con el respectivo “mensaje” firmado por un cártel.
La mañana de ese lunes un taxista fue herido con arma blanca, atacado en múltiples ocasiones dejándolo herido de gravedad. Esto en la colonia irregular conocida como Ciudad Jardín. Y la noche del domingo 8 el cuerpo de un hombre fue encontrado al interior de un vehículo en el Fraccionamiento San Pascual.
Esto, solamente es el recuento de unos días. Todos los hechos están vinculados con conductas ilícitas del orden federal, pero la delegación de la Fiscalía General de la República no se pronuncia al respecto. La presencia de la Guardia Nacional en Morelia de nada ha servido para disminuir esta ola de violencia que azota a la ciudad.