Ricardo Luna García, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), explicó que se busca atender y prevenir daños a los ecosistemas y a la salud humana.
Ello, promoviendo el aprovechamiento de esos desperdicios, con el fin de abonar a producciones agrícolas sustentables y sanas para el consumo humano, coadyuvando además, a garantizar frutas y verduras comercializables y exportables.
El crecimiento de la superficie productora de frutillas, como arándanos, fresas, zarzamoras y blue berries, ha ocasionado el aumento en el uso de agroplásticos para eficientizar los cultivos, como los macrotúneles, que protegen a las plantas de los rayos solares y la lluvia.
O bien, los acolchados, que restringen la aparición de plantas que compiten por los nutrientes con las berries, y las cintillas, que facilitan el suministro de fertilizantes y herbicidas, así como el riego.
El uso de estos materiales, que cuentan con una vida útil que oscila entre uno y cinco años, representa la generación de hasta 70 mil toneladas de residuos cada año, los que son considerados de manejo especial por estar en contacto con sustancias potencialmente riesgosas, pese a lo cual en su mayor parte son acumuladas en terrenos a cielo abierto o incinerados.
Ante este panorama, el Gobierno de Michoacán, a través de la Semaccdet, ha trabajado en la regularización de la disposición final de los agroplásticos, mencionó Ricardo Luna.
Entre estos esfuerzos, destacó la construcción de una planta procesadora de desechos plásticos agrícolas en Ecuandureo, a fin de reciclarlos y reincorporarlos a las cadenas productivas como materiales para el transporte y la carga de mercadería, entre otros.
Asimismo, la Semaccdet se encuentra en la conformación de una sinergia con los agricultores que pertenecen a los Sistemas Producto involucrados, así como con las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Desarrollo Rural y Agroalimentario (Sedrua) y La procuraduría de Protección al Ambiente (ProAm).
Ello, refirió Luna García, para elaborar un plan integral y transversal que permita la creación de mecanismos y procedimientos para la recolección, acopio y tratamiento de los plásticos utilizados en la agricultura, en particular, en los cultivos de frutillas.